Doctor Krápula es un caso curioso entre los grupos roqueros del país: lo conocen hasta quienes no siguen su música. "Desde el principio tuvimos claro que no queríamos una banda para tocar en bares ni ser los más chéveres del parche -explica Mario-. Queríamos llenar un hueco que había en el rock nacional, queríamos denunciar cosas y representar a la gente".
No ha sido fácil. En el camino han sufrido robos, estafas, han tenido problemas con antiguos mánager, con disqueras. El grupo ha estado a punto de acabarse por lo menos tres veces, "siempre por razones externas porque los integrantes no hemos tenido un problema de ego o de plata, nada", agrega.
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