miércoles, 20 de junio de 2012

Diez años después de darle vida a la banda, Mario ha cumplido su objetivo. Ha vivido de su música.


Doctor Krápula es un caso curioso entre los grupos roqueros del país: lo conocen hasta quienes no siguen su música. "Desde el principio tuvimos claro que no queríamos una banda para tocar en bares ni ser los más chéveres del parche -explica Mario-. Queríamos llenar un hueco que había en el rock nacional, queríamos denunciar cosas y representar a la gente".
No ha sido fácil. En el camino han sufrido robos, estafas, han tenido problemas con antiguos mánager, con disqueras. El grupo ha estado a punto de acabarse por lo menos tres veces, "siempre por razones externas porque los integrantes no hemos tenido un problema de ego o de plata, nada", agrega.

Mario Muñoz y su objetivo de crear un grupo de rock


El gusto musical no fue algo que le viniera de familia: su papá es un abogado ambientalista y su mamá, una abogada penalista. En su casa, de hecho, no había un instrumento musical. Y, sin embargo, él quería ser músico.
Empezó a estudiar Diseño Industrial porque sus padres le pidieron que estudiara una "carrera seria". Muy pronto se pasó a Diseño Gráfico y luego dejó la facultad. "La universidad me quitaba tiempo para desarrollar mi proyecto -dice Mario-. Yo sabía que iba a vivir de la música. No tenía idea cómo, sobre todo si iba a ser roquero en Colombia. Pero estaba seguro de que ahí iba a dejar una huella". Para entonces, ya había conocido al grupo con el que más adelante conformó Doctor Krápula.

Mario Muñoz, el vocalista, es un símbolo del movimiento roquero del país.


Nació en Bogotá hace 33 años y pasó su niñez en el barrio 'Quirinal'. De ahí la familia se mudó a otra casa y luego a otra, vivieron en tantas partes de la ciudad como en colegios se matriculó: Mario estudió cada año de primaria en un plantel diferente. Al final, se detuvo en el Miguel Antonio Caro, pero sin que acabara su pelea con el salón de clase.
Para poder soportar hasta su grado de bachiller, Mario se concentró en las cosas que le interesaban, siempre alejadas del aula: armar el equipo de fútbol, por ejemplo; ser capitán de la selección de básquet o formar parte de un comité ecológico. "Cualquier cosa que significara no estar en clase", dice.
Desde entonces, su objetivo era crear un grupo de rock